En este recorrido, en su mayoría a pie, vamos a detenernos en varias placas galdosianas que contienen citas del autor y que inspiran los paseos de los ciudadanos por las travesías peatonales de la capital grancanaria. Recomendable llegar pedaleando en Sítycleta hasta el punto de partida, en pleno corazón de Triana, y dejarla aparcada en cualquiera de las estaciones de la zona: San Telmo, San Bernardo, Gabinete Literario y Teatro Pérez Galdós.
Para disfrutar de esta ruta tienes que imaginar a Pérez Galdós caminando por estos adoquines y no perder de vista el suelo para viajar por el pensamiento y la literatura del escritor grancanario. Repasamos las ideas y frases más representativas de las obras de Don Benito, grabadas en piedra, y que forman parte del paisaje urbano de su ciudad natal, orgullosa de mostrar su legado literario.
Casa Museo Pérez Galdós (calle Cano, 6)En esta casa nació y creció, entre su afición a la pintura y a la lectura y bajo una estricta educación religiosa, Benito Pérez Galdós a mediados del siglo XIX. El que también fuera político laicista y liberal, se crió en un matrimonio formado por un coronel del ejército y la hija de un secretario de la Inquisición. El museo del escritor conserva, además de un importante fondo documental con manuscritos de sus obras, el famoso retrato de Galdós, obra de Joaquín Sorolla, y la escultura del escritor, de Victorio Macho. En el pavimento de la calle Cano, junto a su casa canal, está la primera parada de nuestra ruta y una de las declaraciones de Don Benito que enorgullece a su Ciudad.
”¿Que de dónde soy? Eso lo sabe todo el mundo. ¡De Las Palmas!”
Cano-TorresLas siguientes cuatro paradas de nuestro paseo galdosiano se localizan en las esquinas de la manzana que alberga el hogar familiar del maestro de la narrativa realista española. La primera, en los adoquines del cruce entre las calles Cano y Torres, es un fragmento perteneciente a su novela ‘Marianela’, en la que Galdós relata la trágica historia de amor entre una joven pobre y poco agraciada, que hace de lazarillo de un joven ciego.
“Nuestra imaginación es la que ve y no los ojos”
Torres-Triana
En plena calle Triana, a la altura de la calle Torres, distinguimos seis palabras labradas en piedra que están incluidas en el discurso que leyó Benito Pérez Galdós cuando fue admitido como miembro de la Real Academia Española. En este punto solo está el inicio de la frase, que se puede leer completa en la placa de bronce que acompaña la cita o en el muro situado junto a la escultura del escritor realista en la Plaza de La Feria.
“Imagen de la vida es la novela”
Triana-Malteses
En la confluencia entre la calle Triana y Malseses, el propio Pérez Galdós hace un llamamiento a todos los que pasen por este centro neurálgico de la Ciudad. Leemos en el suelo un extracto, publicado en la revista ‘La República de Las Letras’, donde el escritor palmense hace una llamada desesperada para atraer al mundo de las letras a nuevos lectores: “los perseguimos y los sacaremos de donde quiera que estén metidos”.
“Buscamos lectores para traerlos al conocimiento”
Cano-Malteses
Volvemos a la calle donde nació Galdós. Allí, en el cruce con la calle Malteses, encontramos una confesión del escritor: dominaba la lengua española y sufría con ella, como con sus personajes. La narrativa realista de Don Benito es espontánea, expresiva y directa, y destaca por la descripción de los ambientes y del carácter de los personajes, hasta tal punto que adapta el lenguaje a cada individuo, desde el más popular, hasta el más elevado.
“Conforme voy conociendo mejor el idioma, padezco más”
Cano-San BernardoLa estrecha y pequeña calle Cano desemboca en San Bernardo y en esta unión entre vías hay una referencia de la novela más popular de Don Benito, ‘Fortunata y Jacinta’. La historia de esta obra maestra, localizada en el Madrid de la segunda mitad del siglo XIX, relata las vidas cruzadas de dos mujeres de distinta extracción social unidas por un destino trágico.
“Por doquiera que el hombre vaya lleva consigo su novela”
San Bernardo-Pérez Galdós
Subimos por la calle o plaza San Bernardo hasta topar con la calle Escritor Pérez Galdós, una vía noble y peatonal con mucha historia que contar. El pavimento donde se cruzan ambas calles lleva impresa una cita contenida en ‘El equipaje del rey José’, una de las novelas que incluye ‘Los Episodios Nacionales’. Esta conocida colección está formada por 46 novelas históricas que contienen los principales acontecimientos españoles del siglo XIX a través de las vivencias de personajes ficticios.
“La Historia está en lo que hacen todos y en lo que hace cada uno”.
Puente de Palo
El recorrido de nuestro paseo galdosiano se dirige ahora, sin salir de Triana, hacia el barranco de Guiniguada, donde durante muchos años era necesario un puente para unir este barrio con Vegueta. El Puente de Palo era uno de los puntos de encuentro de la actividad urbana y fue necesario reconstruirlo en numerosas ocasiones por los destrozos que causaban las lluvias. En el punto donde estaría este puente, hoy se lee esta frase de Galdós:
“El puente ese me marea, y al pasarlo me parece que voy embarcado con su meneo y sus cadenas”
Monumento a Pérez GaldósJusto frente al
Teatro Pérez Galdós, que antes llevaba el nombre
Tirso de Molina, se distingue un gran momento al escritor palmense que, irónicamente, se opuso a la ubicación de este edificio. Este veterano escenario acogió con gran éxito el estreno de
‘Electra’, una obra de teatro polémica ya que desencadenó algunos tumultos en el país entre partidarios y detractores de los protagonistas del drama.
“En Electra he condensado la obra de toda mi vida, mi amor a la verdad”
En las inmediaciones de este monumento está una estación de Sítycleta que precisamente lleva el nombre
Teatro Pérez Galdós y que muestra una colorida imagen del escritor, que recorre la Ciudad en los paneles laterales de varias bicicletas públicas. Desde aquí podemos tomar el carril bici en
Sítycleta o en bici, que nos deja en pocos minutos en la
Plaza de La Feria.
Plaza de La FeriaLa arquitectura de esta céntrica plaza, presidida por una escultura del escritor, dispone de un muro en el que figura un fragmento del discurso que leyó Don Benito para ingresar en la Real Academia Española. Desde la posición privilegiada de esta estatua, Galdós contempla el ir y venir de los ciudadanos, analiza nuestras vidas y pensamientos, buscando inspiración para su próxima novela.